Sueño, mi vida es un
sueño del que algún día despertaré. Mientras tanto vivo
experiencias en la escuela de la vida hasta llegar al momento de la
graduación final. Se me olvidó mi verdadera identidad y regreso una
y otra vez buscando el hogar al que un día pertenecí. Pero mi hogar
no está aquí, ni allá, mi hogar está en Brahaman, soy parte de
Dios, nunca me he separado de él, es imposible, pero se me olvidó.
Mi alma viaja hacia la
perfección, el camino es un espectáculo cambiante y pasajero que me
enseña a no tomar la vida demasiado en serio pero sucumbo en
incontables ocasiones. La ilusión me hace sentir que el cuerpo es
una parte imprescindible de mi ser. Y sin embargo el cuerpo puede ser
arrebatado en un instante por la muerte y seguiré siendo yo,
sin cuerpo pero con todas mis tendencias y patrones que volverán
otra vez a la vida bajo otro cuerpo....y vuelta a la interminable
rueda de la reencarnación.
Mi querida Diosa, Tú
que eres la Inspiración Divina susurra a mis oídos sordos tu canto
de la Liberación Eterna, que tu melodía rompa las cadenas que me
impiden ver y oír la música celestial de tu vina, a tus pies me
inclino para recibir tus Bendiciones y así poder superar las pruebas
terrenales. Permanece a mi lado Divina Madre, ayudame cada vez que me pierda
porque sé que llegaré un día a tu lado.
Mai
Mai