Quédate
con quien te bese el alma, la piel te la besa cualquiera.
Cuando
hemos perdido el rumbo de nuestra vida, cuando no hay sonrisas y
parece que las estrellas no brillan, cuando nos han roto el corazón
y parece que nada tiene solución, justo entonces apareciste tú,
mi ángel de la guarda, ¡aliviaste mis cargas con tanta
dulzura...!!! susurraste bellas melodías en mi corazón, me diste
la mano y recorrimos juntas ese camino de risas y mariposas.
Gracias, gracias por estar ahí cuando te necesitaba. Gracias por
darme el elixir que apaciguó mi alma. Gracias por la ternura de tus
palabras, fueron llaves mágicas que abrieron las cárceles de mis
entrañas. Fuiste el trampolín que me impulsó de nuevo al juego de
la vida.
Llegaste
a mi alma con tus manos de seda y supe que cualquiera puede besar mi
piel pero no todo el mundo puede besar mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario