Si entras en mi corazón házlo vestido de seda y dulzura, paséate por él con el mismo cuidado como quien teme pisar las primeras flores de primavera. Aunque fuerte por fuera, soy porcelana pura y mi
corazón tiene alguna batalla perdida. Por eso te pido que
tus pies se empapen de delicadeza y tus manos de ternura para deslizarse en un
mundo de colores y sensaciones prendidos en mi alma. Ten confianza y
no tengas miedo, siente tu alma y déjala hablar para que se
comunique con la mía y puedan las dos bailar. Cuando llames a mi puerta ésta se abrirá de par en par
y es inevitable que te regale instantes llenos de mi, instantes de vida donde la magia surge de las profundidades de mi ser mezclándose con la espontaneidad de tu alma. Vístete de miles de estrellas para que puedas navegar en el
océano de nuestras incoherencias y yo me vestiré con mi traje de arco iris
para recordarme que la vida es ahora, contigo o sin ti, porque hasta
el más árido de los desiertos puede convertirse en el viaje más
maravilloso por vivir.
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