Nos
instalamos cómodamente en nuestra vida como si de un mullido sofá
fuera, pasa el tiempo y nos damos cuenta que en algún momento del
recorrido nos extraviamos, nos convertimos en una especie de
autómatas, haciendo siempre lo mismo. La vida dejó de tener chispa
y sentido.
De
pronto un acontecimiento importante nos sacude fuerte por los hombros y
tomamos consciencia de que llevamos mucho tiempo perdidos y que
debemos volver al lugar donde nos equivocamos de camino.
Si
queremos que nuestras vidas brillen tenemos que salir de ese cómodo
pero insulso armario, esa zona tan protegida y aburrida donde no
existe la magia ni la pasión, sino el vacío y la frustración.
Tuvimos miedo a equivocarnos, miedo al que dirán de nosotros, miedo
a no sentirnos capaces......y con tantos miedos quedamos atrapados en
la rutina pensando que eso era la vida.
Quedan
muchos armarios por re-descubrir, a veces tan solo hay que sentir y
actuar, otras veces hay que tener la valentía de saltar y otras hay
que trabajar muy duro para tocar el cielo.
A
menudo estamos hechos un lío, no sabemos si vamos o venimos, si
subimos o bajamos, necesitamos disculparnos pero el orgullo puede
más, aquella herida que creímos cerrada se vuelve a abrir, o
simplemente miramos a otro lado justo en el momento de tomar una
decisión.
Es
hora de construir el puente para pasar al otro lado, es hora de alzar
el vuelo en busca de nuevos horizontes. No importa si caemos, si nos
equivocamos o si metemos la pata, nos sacudimos el polvo, curamos los
rasguños y seguimos en pos de nuestros sueños.
Siéntate
cerca de tu corazón, escucha más allá de sus latidos y observa con
los ojos del alma, te darás cuenta que lo mejor estás viviendo
ahora.
No hay hora de construir ni puente para pasar al otro lado, no hay hora de alzar el vuelo en busca de nuevos horizontes. Es cuando vemos claramente que cada movimiento que hagamos nos va a dejar en la misma perplejidad de que todo se repite,de que todo eso de ir en busca de algo nuevo es una ilusión, que lo nuevo está ahí hagamos lo que hagamos. Pues lo nuevo llega cuando descartamos todo lo viejo.
ResponderEliminarSi, si que hay puentes mientras vivamos en la dualidad, somos almas que vamos aprendiendo vida tras vida.
ResponderEliminarUn nuevo puente, un nuevo horizonte es aprender a vivir en el presente cada día, ser constantes y habituar a la mente a estar dentro (meditación) o fuera (meditación en la acción), según toque.
Y las palabras que más han resonado conmigo son las últimas que escribes. "Lo mejor estás viviendo ahora" sin darnos cuenta, entre unos y otros vamos construyendo puentes para salir de la comodidad y empezar a vivir de verdad.
ResponderEliminarme gustó mucho tu reflexión Mai.
Un cordial saludo.