24 de mayo de 2016

Zuri





Hace algo más de un año nos encontraste enfermo, desnutrido y con pocas esperanzas  de vida. Pero te fuiste recuperando entre mimos, flores de Bach, homeopatía, imposición de manos y cuidados médico/veterinarios.  Tu salud mejoró muchísimo  y aunque dicen que tu enfermedad  es irreversible sigues compartiendo tu preciosa y tierna mirada azul con todos nosotros.

Nos hemos entendido siempre muy bien, aunque las veces que  toca veterinario no  estás muy de acuerdo conmigo…..  Cada vez que te rascamos la tripa eres el gato panza arriba más feliz del mundo  y es casi imposible sentarse sin que  saltes encima, te re-coloques y   nos mires a los ojos diciendo: …ni te muevas que yo estoy muy a gusto en tu regazo!!!!

 ¿Te acuerdas cuando llegaste a nuestras vidas? Te fuiste acercando poco a poco, hasta que un día te encontramos en la parte superior de la casa. Allí permaneciste algunos meses  hasta que persuadiste  a Tximu (la gata del clan) que podías formar parte de la familia gatuna.  No fue fácil, todavía se enfurruña contigo, pero tu paciencia pudo más que su obstinación, y ahora convives con todos (perros y gatos) en la parte habitable de la casa.

Al principio te llamamos Txiki,  pero se decidió que había que ponerte un nombre como “dios manda” y te pusimos Zuri (blanco),  aunque todavía “alguien” se empeñe en llamarte  Galdu (perdido), y de galdu ya no te queda nada.

Gracias Zuri por regalarnos cada día con tu presencia y por enseñarnos 
que la vida merece ser vivida a pesar de los grandes obstáculos que uno se encuentra por el camino. Gracias, también, por enseñarnos a ser agradecidos porque se nos olvida a menudo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario