1 de marzo de 2017

autoengaño


La materia me incomoda, lo terrenal no es lo mío por eso  busco lo divino. El  presente se escapa de entre mis anhelos y el canto de sirenas me embriaga hasta perder la razón. Mis pies apenas rozan el suelo, mi cuerpo es ligero y mi alma vuela libre por los océanos de mis sueños. Anhelo la belleza de tu sonrisa y mil cosas más escondidas en tu alma. No quiero ver los conflictos, los oculté tras el alcohol, el tabaco y la droga. No, los problemas no existen, como tampoco existe la injusticia y la mezquindad porque  me escondo en mi mundo. Todo lo convierto en broma y no me quiero dar cuenta de nada. De esta forma me defiendo ante el mundo hostil. Este es mi mecanismo de defensa para sobrevivir. 

Mai

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