La materia me incomoda, lo terrenal no es lo mío por
eso busco lo divino. El presente se escapa de entre mis anhelos y el
canto de sirenas me embriaga hasta perder la razón. Mis pies apenas rozan el
suelo, mi cuerpo es ligero y mi alma vuela libre por los océanos de mis sueños.
Anhelo la belleza de tu sonrisa y mil cosas más escondidas en tu alma. No
quiero ver los conflictos, los oculté tras el alcohol, el tabaco y la droga.
No, los problemas no existen, como tampoco existe la injusticia y la mezquindad
porque me escondo en mi mundo. Todo lo
convierto en broma y no me quiero dar cuenta de nada. De esta forma me defiendo
ante el mundo hostil. Este es mi mecanismo de defensa para sobrevivir.
Mai
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