29 de julio de 2017

La coraza



Había una vez un corazón muy triste. Su pena  era tan grande que una oscura coraza le abrazó muy fuerte. Paso  el tiempo hasta que muy cansado de esconderse tras el frío caparazón, se encontró con un corazón pleno y rebosante de alegría. Intrigado, le preguntó:
— ¿Podrías ayudarme? Llevo muchísimo tiempo sin sentir la vida y  ni siquiera me acuerdo por qué llevo esta armadura. Sin embargo, tú estás lleno de energía y rebosas entusiasmo. Por favor ¡enséñame a ser como tú!
 Había llegado el momento de liberarse de aquella fea envoltura. El corazón triste había experimentado suficiente desamor como para saber  que aquel no era el camino.
  —Te enseñaré  a  liberarte de esa  coraza,  pero  tendrás que confiar en mí. —le dijo el corazón alegre—
—Sí, haré lo que tú me digas —respondió el corazón triste—
—Vas a pronunciar estas palabras: “Aham Brahmasmi” de continuo, hasta que la coraza empiece a ceder  —dijo el corazón alegre—
El corazón triste repitió y repitió sin descanso las dos palabras, no sabía lo que significaban pero estaba seguro de que podía confiar en su amigo.  Súbitamente,  la coraza empezó a ceder. — ¡Puedo moverme! —Gritó una y otra vez—. Por fin,   el aire y el brillo del sol se filtraron en su interior.
—Has hecho un buen trabajo amigo pero todavía no es suficiente —le dijo el corazón amable—.  Ahora vas a imaginar  un loto blanco y simplemente lo vas a observar.  
El corazón triste intentó imaginar un hermoso  loto, pero fue una tarea difícil que le llevó mucho tiempo. Hasta   que un día  lo consiguió. Estaba absorto contemplando  la bella flor… ¡era tan hermosa!, tenía grandes hojas verdes-azuladas que flotaban en el agua y los blancos pétalos sobresalían en el extremo del tallo.  Continuó observándola sin ninguna intención. De pronto,   el  llanto inundó sus ojos humedeciendo la vieja armadura. Ésta, al contacto con las lágrimas, cedió un poquito más. Súbitamente, una intensa luz brotó del loto envolviéndole completamente. En ese mismo instante, la coraza cayó ocupando su lugar  un amor desbordante.

Desde ese instante caminó sabiendo que la luz más hermosa está en el presente.

Mai

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