Soy
Plutón, el planeta de las profundidades del alma. Mi descubrimiento
en 1930 señaló el comienzo de un periodo oscuro y transformador.
Me relacionaron con el psicoanálisis, la bomba atómica y el
nazismo. Empleo más de 248 años para completar mi trayectoria a
través del Zodiaco, y me quedo en cada signo entre 12 y 32 años.
Soy
la sombra, la parte oscura de la realidad que no se ve, no puedes
localizarme, ni verme con claridad, soy todo aquello que hace parte
de ti pero no puedes acceder a ella, soy como un fantasma sin
fronteras y sin nada que me delimite, soy el desgarro del alma
cuando bajo a los infiernos, hasta las profundidades de lo más
oscuro. Soy tus deseos más intensos y reprimidos, soy tus angustias
y tus grandes dependencias capaces de llevarte hasta la locura, soy
el instinto de posesión, la rabia, la envidia, el rencor, la
manipulación, la traición, el poder y la muerte.
Búscame
en lo oculto, en el inconsciente. Atrévete a correr los velos de tu
propia ignorancia y mirame a los ojos. Descubrirás que soy el gran
transformador. Soy temible, si, pero si tienes el valor de
adentrarte en tu propia sombra caerán las falsas ilusiones que te
impiden ver la magia y la creatividad que lleva tu alma .
Represento regeneraciones, cambios profundos y muertes en todos los
campos de la vida. Te ayudaré a indagar, permitiendo que afloren
los aspectos negativos de tu personalidad, todos los desechos que te
retienen en este mundo subterráneo y que debes eliminar para
resurgir como el Ave Fénix. Si, soy la muerte generada por el
fuego, soy el símbolo del renacimiento físico y espiritual.
Yo
no indulto ya que nunca castigo. Solo te muestro que ha llegado la
hora del cambio, es hora de renunciar al pasado, de morir a lo viejo
y renacer a lo nuevo, depende de tus resistencias y apegos que
realices el salto a lo desconocido, a sumergirte en el abismo de tu
propia psique para encontrarte con tu Verdadero Ser. Yo puedo
otorgarte el privilegio de morir y nacer a otra realidad.
Permiteme
que te lleve a través de la mitología griega para que puedas
entender como actúo:
“Tras
la división del universo en tres partes, Yo, Hades me convertí en
el soberano del mundo subterráneo, los infiernos o Tártaro.
Soy
hijo de Cronos y Rea y hermano de Zeus (Jupiter) y Poseidón
(Neptuno) con los que comparto el universo.
Al nacer, fui tragado
por Cronos (Saturno) para que en el futuro no pudiera derrocarlo
pero más tarde, con ayuda de Zeus fui vomitado. Participé en la
lucha contra los Titanes. Y los Cíclopes me armaron con un casco que
volvía invisible al que lo llevaba. Soy el rey de los infiernos, un
amo despiadado que no permito a ninguno de mis súbditos volver a la
tierra. Estoy sentado en un trono con un cetro y una patena, o el
cuerno de la abundancia. Perséfone está a mi lado. Me sentía tan
solo que la rapté mientras recogía flores en Sicilia. Zeus me
ordenó que Perséfone fuera devuelta a su madre pero yo hice que
comiera un grano de granada pues quienquiera que visite el Tártaro y
tome en él un alimento cualquiera, no puede volver ya al mundo de
los vivos.
Así
pues, Perséfone se vio forzada a permanecer una tercera parte del
año junto a mi. No obstante, y a fuerza de ruegos, Demeter pudo
obtener que su hija habitara en los infiernos sólo durante seis
meses del año y que pudiera pasar los otros seis sobre la tierra.
Por lo tanto, en primavera Perséfone vuelve al mundo exterior y su
madre Demeter renueva y florece la naturaleza debido a la dicha que
le invade, mientras que cuando Perséfone debe volver al mundo de los
muertos en otoño junto a mi, Demeter queda desolada y triste,
comunicando este ánimo a los cultivos, plantas y árboles, los
cuales pierden sus hojas o quedan marchitos”.
Como
podrás ver no me interesan ni los llantos, ni las replicas, todo
lo hago llevado por la pasión y el instinto.
Demeter
es la tierra donde se realizan las experiencias humanas, la que
permite cosechar todo lo aprendido, es la Tierra llegada a su máxima
plenitud y su hija Persefone será la Nueva Tierra, esa tierra
transformada y que gracias a esa transformación puede albergar una
nueva vida.
Persefone es mi esposa, pero es tambien, la otra parte de un mismo
ser, por lo tanto, reafirmo que lo
mío es regenerar, limpiar y purificar.
Allí
por donde transito en tu carta te enfrento con la necesidad de
terminar con lo viejo, cerrando episodios para dar paso a lo nuevo.
Te animo a que superes traumas y derribes viejas creencias que te
tienen anclado al pasado. Es ahí donde tendrá lugar la
metamorfosis, tu metamorfosis.
En
el plano físico no te lo pondré fácil, aprenderás que la
enfermedad esconde algo que debes trabajar y aprender, adquirirás
una comprensión mayor de ti mismo, que de otra manera, no habrías
alcanzado.
A
nivel colectivo funciono de la misma manera. Cuando transité por
Escorpio (mi propio signo) destapé toda clase de bajos instintos,
luchas de poder y apareció el Sida, una terrible enfermedad y la
necesidad de un profundo cambio de comportamiento en los hábitos
sexuales. Después transité por Sagitario dando lugar a fánaticos
religiosos que trataron de imponer sus ideas y personas que
sufrieron transformaciones radicales en sus filosofias de vida. Ahora
estoy transitando por Capricornio, todas las estructuras económicas,
las crisis de identidad respecto a la autoridad, gobiernos, partidos
políticos e instituciones de poder se resquebrajan y caen con el fin
de establecer nuevas bases en la sociedad.
Como
ves, tengo dos maneras de manifestarme, una a través de la
negatividad y el miedo y la segunda llevando la luz a la oscuridad y
transformando desde el interior. Para
que una forma muera y se transforme en otra, es necesario una
energía muy intensa, ese soy yo. Soy
la regeneración tras la destrucción, no lo olvides nunca.
Gracias
Plutón. Contigo estoy aprendiendo a valorarme, a aceptar la vida como es y no como yo quiero que sea, estoy aprendiendo a mirar detrás de lo aparente donde un nuevo universo asoma, un universo oculto a los ciegos ojos que no saben mirar, que todo es una gran puesta en escena para ocultar la verdadera Realidad. Que aquel personaje
de la infancia, aunque fuera terrible, las lecciones y experiencias
que acompañaron fueron magistrales, que tras una situación
traumática siempre hay un ángel tendiéndome su mano. Descubrí al
lobo con piel de cordero que intentó colarse en mis entrañas,
rompí algunas lanzas que me dañaban el alma y supe que el amor
inmaduro no siempre es un camino de rosas ni esta adornado con
cascabeles y mariposas. El invierno de los miedos es muy frio pero
la llegada de la primavera derrite los hielos del corazón.
Permiteme,
querido plutón, llegar a los infiernos de mi misma y curar las
heridas con mil besos, acariciar todos los sinsabores y frustraciones
con la luz de mi alma, permiteme que tu negrura se disipe con la
suavidad del amanecer y que miles de estrellas iluminen mis noches
oscuras. Permiteme avanzar, tropezando si, pero siempre para aprender
a caminar mejor. Y no olvides que hoy soy un poco más sabia que
ayer, que hoy tengo un poco menos miedo que ayer. Gracias viejo
amigo.
Mai